Me ha dado por ponerme a pensar en esas cosas que, posiblemente, no lleguen a tener respuesta. Cosas como por qué existen diferentes lenguas si todos, al fin y al cabo, queremos decir lo mismo. No existen palabras cuando te topas con esa mirada. Por qué se levantan monumentos, si lo realmente importante siempre permanece en la mente, guardado bajo el candado de los recuerdos; sin necesidad de mostrarle a todo el mundo que las cosas pasaron, siempre basta con esa sonrisa al día siguiente. No entiendo por qué cuánto más capullo se es, la vida te abre más puertas y posibilidades. Por qué puedo desnudarte con una mirada sin haber visto tu cuerpo. Y por qué, sigo notando tus brazos cuando te vas, clavándose en mi espalda sin dejarme respirar una bocanada de aire sin oler tu perfume en mis manos. Solo me apetece verte, y que me vuelvas a hacer sentir como a una princesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario