Páginas

lunes, 7 de octubre de 2013

Dicen que uno aprende a valorar lo que tiene cuando lo ha perdido. Yo me limito a corroborarlo sin admitir que en algún momento te perdí. Te considero más bien como un préstamos con devolución segura, una especie de viaje silenciador que nos enseñó a vivir el uno sin el otro. Cogimos caminos diferentes sin darnos cuenta de que ambos perseguíamos el mismo objetivo. Y creciste; y crecimos para ahora poder mirarnos a los ojos sin tener que romper un muro de piedra. Asumimos todos esos verbos que conllevan noches sin dormir, reproches y lágrimas. Pero siempre hay minutos de más cuando quieres dedicárselos a alguien. Nos costó y seguirá costando curar las heridas cuando se descosan, pero somos expertos en la materia. Y como hoy quiero confesártelo todo, debes saber que aun sonando tímidas, tus palabras fueron más sinceras que nunca. Que eres lo mejor que me ha devuelto el tiempo, y no quiero volver a perderte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario