
Lo valioso de estos meses son las personas que me llevo. Lo valioso es que aunque hayan sido 9 meses lejos de casa, el vacío enorme que marca la distancia ha quedado embaucado por amor, cariño y sobre todo amistad. Soy de las que piensa que los momentos siempre pesan más por la calidad que por su cantidad, y por eso creo que si me he sentido tan arropada este año, ha sido porque cada uno de ustedes tiene una especia diferente para que, entre todos, podamos formar una receta perfecta. Cada uno con sus rarezas y manías, con sus pro y sus contra, ha sabido enseñarme las distintas facetas del valor de la amistad; hemos sabido formar una familia. Y os aseguro que de todos he aprendido algo, por insignificante que fuera; todos han conseguido ayudarme, de una forma u otra, a dar dos pasos hacía delante, por cada medio que yo retrocedía. Por mi mente circulan recuerdos que abarcan desde el primer día hasta el último, por los que el tiempo ha pasado demasiado rápido, pero nos ha dejado un sentimiento enorme; y volviendo la vista atrás, me doy cuenta de que incluso las pequeñas cosas eran grandes. Día sí y día también, cada uno con sus risas, sus bromas, alguna lágrima de más y sus reuniones nocturnas pero, al fin y al cabo, días simplemente especiales por pasarlos juntos. Y a lo largo de cada uno de ellos, hemos ido escribiendo esta historia formada por nosotros, los recuerdos y la amistad que surgió en tan poco tiempo. Acabamos un primer año, pasamos una nueva página en este libro que estamos creando, y aunque el próximo capítulos nos toque escribirlo un poco separados, sé que todos lo leeremos.
Gracias, de corazón.







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OS QUIERO MUCHO
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