Páginas

domingo, 18 de noviembre de 2012

Todavía no me creo que tus actos hayan violado tu palabrería. Me siento engañada. Ya no sé si se trataba de un discurso barato o realmente tenía el valor que yo le daba. Ojalá alguien pudiera venir a quemar los últimos meses para rehacerlos como por arte de magia ¿Te acuerdas de mí? Pero qué digo, si hasta yo he olvidado lo inmensamente feliz que solías hacerme; aunque tú también has cambiado. Todo ha cambiado, a mi parecer. Me encuentro ante la oportunidad de cambiarlo todo, a dos centímetros de tus besos y a años luz de tus verdades. Una parte de mí, me dice que me aleje y te deje con la misma sensación que has creado en mí desde hace tiempo. Una mezcla entre vacío, sabor limón que te quema la garganta. Pero, por otro lado, están esas manías tontas de ponerle movimiento a nuestras fotos y revivir lo enormes que fuimos. Me duele la injusticia de elegirte cuando has desaprovechado todas las oportunidades que nos brindaban. Y es que de todo se aprende, y creo que gracias a ti y a tu estúpida casualidad de hacerme olvidar quiénes somos, he conseguido no contar todos los segundos que estoy sin ti, para empezar a verlos como momentos para mí. Recuerda que hasta las cosas más simples, acabaron por ser importantes. No trates de restarle protagonismo a tus errores cuando has perdido tanto por ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario