Aunque solo sea temporalmente, ya me siento en vacaciones. Ya siento la espuma del mar bailoteando en mi cintura. Huele a ese sentimiento de improvisación continua que provoca el verano, eso de no saber que hacer, de no tener tareas pendientes en tu agenda que vayan más allá de ir de compras, una cena de amigos, o alguna fiesta. Quiero dejar todas esas preocupaciones, que ya llevan un largo camino de mi lado, en esta parada; finalizar su viaje mientras yo sigo, buscando por la ventana, algo con lo que poder sonreírle a la vida. Creo que tengo razones más que merecidas para hacerle frente al verano con los brazos abiertos, mirarlo todo como si fuera la primera vez y así poner todo mi amor, aceptar lo que venga o lo que decida irse... Verano, soy toda tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario