Ya es casi un tópico eso de sentirse solo y estar entre un millón de personas; gritar y que nadie nos escuche, como si nos hubieran insonorizado; darlo todo por alguien y no recibir nada a cambio, o preguntar, preguntarle al aire por qué nos suceden estas cosas, y que nadie nos conteste; Querer y no tener, luchar y no conseguir,... Pero, ¿sabes qué? Habrá otros momentos en los que estés solo, pero te sientas arropado por un millón de abrazos. Sin decir nada, alguien sabrá que las cosas no van bien, con solo una mirada cómplice. Sin preguntar, te dirán lo que necesitas escuchar; conseguirás cosas sin luchar (aunque éstas suelen ser las que menos valoramos) pero bueno, al menos ganarás batallas sin haberte dejado la piel en el camino... Y recibirás sin preocuparte por no tener nada a cambio. Y después de todo esto, alguien te enseñará que el único truco es levantarse, seguir adelante y sonreir pase lo que pase.